top of page

Fórmula Compromís

Reparto orgánico

Bloc Nacionalista Valencià: 3.000 afiliados y 10/21 miembros fijos en la Ejecutiva Nacional de Compromís.

 

Iniciativa del Poble Valencià: 700 afiliados y 5/21 miembros en la Ejecutiva.

 

El Verds - Esquerra Ecologista: 200 afiliados y 2/21 en la Ejecutiva Nacional.

Tras un largo camino político marcado por la superación de obstáculos electorales, formales e incluso fundacionales, los tres partidos integrantes de Compromís han encontrado bajo esta marca, la fórmula del éxito. Sus tres sensibilidades pertenecen a espacios políticos diferentes y al mismo tiempo complementarios: el nacionalismo valenciano del Bloc, el eco-socialismo de Iniciativa y el ecologismo de Els Verds – Esquerra Ecologista. Juntos han formado un nuevo ecosistema político cuya riqueza está en la variedad y en la convergencia en el mismo proyecto común.

Hasta el momento, su diferencia orgánica no ha impedido el avance y la proyección de la coalición, debido principalmente a un elemento consustancial a la formación de Compromís: el respeto por la pluralidad de cada uno de sus integrantes. “El componente fundamental de Compromís, al margen del valor orgánico e ideológico de cada uno de los partidos, es la pluralidad. Se representa a muchos sectores sociales que se sienten a gusto con un Compromís que no es un único partido, con una única estructura, sino una formación con diferentes integrantes basada en dos espacios: el nacionalista y el eco-socialista. Así, mantener y reforzar esos dos componentes forma parte de la idiosincrasia de Compromís”, razona Alfonso Puncel, responsable de formación de Iniciativa.

La protección de la ideología de los partidos, así como de su estructura propia, es una cuestión básica para que una coalición que representa diferentes espacios políticos pueda confluir en el mismo bajo una sonrisa. En este sentido es importante el sentido formal de Compromís: no es un partido único sino una coalición de los mismos que les permite mantener su disposición orgánica independiente. Pere Mayor, líder histórico del nacionalismo valenciano y fundador del Bloc, señala que a Compromís le queda un largo camino de años por recorrer juntos, con la ejecución de muchos aspectos en conjunto, pero bajo la forma de una coalición o, en su caso, de una federación de partidos. Alfonso Puncel apoya esta misma figura jurídica con el objetivo de que los partidos no desaparezcan en Compromís, sino que permanezca bajo la estructura superior de una federación. 

Los argumentos de los dos políticos ocupan distintas posiciones de la misma línea, para Puncel es la manera  de “continuar defendiendo nuestras ideas en lo orgánico, con nuestra propia estructura, pero a la vez teniendo un proyecto estratégico en lo electoral y lo social que se llamará Compromís”. Mientras que Mayor da un paso más allá al definir algunas diferencias esenciales entre las formaciones que impediría la convergencia en un partido único: “son partidos que pueden gobernar juntos, pero que además de proyectos políticos diferentes les separa un aspecto consustancial: el hecho nacional. El Bloc es una partido de matriz valenciana, cuyo proyecto es a construcción de una fuerza política valencianista, mientras que para Iniciativa el valencianismo es un ‘ismo’ más que va detrás del socialismo, ecologismo”.

Consol Castillo, regidora de Compromís por el Bloc en el Ayuntamiento de Valencia, traslada la diferencia en las idiosincrasias de cada partido a un plano pragmático de gestión: “yo lo considero más una diferencia de prioridades y de ritmos que de posibles elementos de ruptura. Cada regidor viene de una sensibilidad con un orden de prioridades determinado a la hora de gobernar. Para nosotros es una prioridad conseguir una financiación correcta, pero para Iniciativa y Els Verds seguramente no lo sería hasta el punto de romper con la estructura tradicional del Estado. Para mí el medio ambiente no es el primer elemento a defender pero es parte de mi programa, porque defiendo mi país y por tanto defiendo su territorio y sus recursos. Así, los elementos son priorizados de una manera diferente por cada formación, pero todos ellos forman parte del mismo cuerpo ideológico, del programa común de Compromís que se ha ido cosiendo con los diferentes hilos de las tres formaciones”.

En este sentido Castillo apuesta por aprender a gestionar esta pluralidad, a través del respeto y de una terapia de convivencia en la que se refuerce la idea que les une de “la defensa de las personas y de la calidad de vida”. Dejando, así, los rasgos diferenciales como algo inherente a la sociedad y a la política, que se basa sustancialmente en “contrastar ideas y llegar a acuerdos de forma pacífica”.

Para Ximo Ferrandis, periodista de El País, la cuestión sobre estas contradicciones es si se resuelven en positivo o en negativo. Para ello, habla sobre distintas fórmulas: llevarlo al extremo con escisiones, resolverlo a través del pacto o construir un proyecto en el que prime sobre todo la coherencia. La Fórmula Compromís pertenece a este último grupo. No esconde las diferencias entre sus formaciones, sus negociaciones –como ocurrió en el caso de las primarias- están expuestas al foco público, delante del cual se trabaja, discute y por el momento, también se soluciona.

“Son divergencias en el buen sentido, porque fomentan el diálogo, obligan  a negociar, a hablar las cosas y a llegar a un objetivo consensuado. Todos tenemos que poner de nuestra parte y ceder para que todos estemos a gusto. Y al final estamos llegando a esos puntos de encuentro porque hay más cosas que nos unen que nos separan. Es otra forma de entender la política, para nosotros esa partidocracia, ese partido único, se ha acabado”, defiende el jefe de prensa del Bloc, Enric Cuenca.

"A pequeña escala, el éxito de Compromís refleja la política que quiere la población. Se ha acabado esto de yo gano y decido lo que se hace y porque tengo carta blanca. La fragmentación de las elecciones [europeas] es precisamente una llamada a eso: a una mesa donde haya el mayor número de opiniones posibles y se tenga que llegar a acuerdos. Si a eso le llamamos inestabilidad o le llamamos caos dependerá de los resultados que obtengamos, pero a priori no tiene por qué ser una fórmula más mala que otorgarle a un partido una mayoría absoluta para que haga lo que quiera durante cuatro años sin dar cuentas a nadie”,

La opinión:

Ximo Ferrandis

Déjanos tu opinión:

Ximo Ferrandis en la sede de El País en Valencia. Fuente propia: B.G.

bottom of page