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Uno de los aspecto más revolucionarios de Compromís es su lenguaje, alejado de los circunloquios y perífrasis del léxico político, este nuevo discurso está más próximo a la instantaneidad de las redes sociales. Con el propósito claro de hacerse entender, la sencillez lingüística de Compromís se ha constituido como su nuevo elemento diferenciador.

El lenguaje es una herramienta clave en la aproximación de la población a la política. Un léxico vacío o cargado de propaganda sin contenido ha llevado a una gran parte de la sociedad a sentirse alejada de las consignas política que bien no entienden o bien creen que no le han dicho nada. Pero de la misma manera, un buen uso del lenguaje puede permitir la conexión con nichos de población que hasta ahora se sentían desvinculados.

La Coalició Compromís se ha configurado en una época diferente a la de otros partidos con una historia política más extensa. Estructurada en  plena era digital, el proyecto político de Compromís arranca en un momento donde la diferencia entre las generaciones pasa por la alfabetización digital. Con su mayor grueso de militancia entre los 20 y 40 años, la alta presencia de gente joven en la coalición ha propiciado una nueva manera de comunicación. Inherente a su naturaleza, los jóvenes de Compromís entienden la interacción vinculada a las redes sociales, los mensajes cortos y directos. “Es una formación capaz de explicar las cosas con los 140 caracteres de Twitter, que sabe cómo mover una imagen en un momento determinado y que además, lo hace de una manera natural, porque se dirigen a un electorado que, como ellos, es joven”, reflexiona el periodista de El País, Ximo Ferrandis.

La era de los Smartphone, donde los mensajes llegan desde y a cualquier punto del mundo, permite una comunicación efectiva, rápida y gratuita. El uso de las populares redes de Facebook, Twitter o YouTube no requiere más inversión que el tiempo dedicado. Así, la mayor revolución de estas tecnologías es facilitar la aparición en el espectro comunicativo a cualquier grupo, independientemente de sus recursos económicos. Antes de la era 2.0, un partido político dependía de los canales habituales para dar a conocer su actividad e ideología: publicidad, notas de prensa, aparición en medios de comunicación, mítines, carteles.

Enric Cuenca, periodista y componente del grupo de comunicación de Compromís, explica que la red ha sido para ellos una forma muy eficaz de darse a conocer: “la campaña fuerte de 2011, la hicimos sin recursos económicos, sin publicidad porque no podíamos, y sin presencia en los medios de comunicación porque nos habían silenciado a favor de los grandes. Gracias a esa ventana de las redes sociales nosotros hemos salido y llegado a muchísima gente. Porque si ahora envías una nota de prensa, puede salir o no, pero si lo publicas en la web, va a Twitter, a Facebook y sabes que le llega a las 17.000 personas que te siguen. Bastante más lectores que un diario convencional en papel ya”.

La red le permitió a Compromís construir una marca propia, a pesar de ser la suma de distintos partidos. Con Compromís 2.0, la sociedad ve un proyecto único, visual, moderno y cercano a la ciudadanía recogido bajo la misma careta sonriente. Así, este uso de las redes sociales combinada con las formas atípicas y combativas de su diputada Mònica  (con golpes de efecto como las camisetas) ha permitido a Compromís dar el salto de una invisibilidad mediática y social, a la aparición diaria en medios de comunicación locales y regionales.

Sin embargo, desde diversos sectores de Compromís también se reivindica el uso de los canales habituales de comunicación: “Hay que utilizar la red como elemento informativo y para ratificar que estás en contacto, pero no puede sustituir el sistema de comunicación de cara a cara con el militante o con el votante, la gente quiere hablar de tú a tú”, argumenta Consol Castillo, regidora de Compromís en el ayuntamiento de Valencia. En esta misma línea, Castillo añade que hay que conjugar tanto la participación en la red como el contacto personal, porque si éste se olvida la política pierde su peso significativo. Los principales obstáculos a esta comunicación digital son, por un lado, la existencia de grupos de población cuya principal fuente de información siguen siendo los canales habituales, y por otro, la dificultad de reflexionar y profundizar sobre un tema a través de las redes sociales que están más inclinadas hacia los estado de opinión, las convocatorias o las declaraciones.

 

Así, al mismo tiempo que la red ha reinventado la relación entra las políticas y los electores, garantizando una comunicación más sencilla y más directa, ésta es complementaria al trabajo y a la comunicación en persona para convencer, explicar o reflexionar.

2.0

Función 2.0.

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El uso de las redes sociales por partidos

y líderes valencianos en cifras de Twitter

Fuente: elaboración propia B.G.

Fuente: elaboración propia B.G.

Fuente: elaboración propia B.G.

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